La inesperada salida de Daniel Muñoz de la convocatoria de la Selección Colombia, tras el amistoso del pasado sábado ante Nueva Zelanda, generó dudas y especulaciones entre los aficionados. Sin embargo, en las últimas horas se conoció la verdadera razón: el lateral antioqueño atravesó uno de los momentos más dolorosos de su vida personal y pidió permiso al cuerpo técnico para despedir a uno de sus amigos de infancia.
En redes sociales circularon imágenes de Muñoz en el sepelio de Sebastián Ríos, un joven con el que creció en el barrio Niquía de Bello y a quien consideraba prácticamente un hermano. Ríos, una figura muy querida en la comunidad, fue uno de los acompañantes de la vida temprana del futbolista: compartieron calle, potreros, sueños y una amistad que trascendió el paso del tiempo y la fama.
Durante los primeros días, rumores en el barrio señalaron que la muerte de Sebastián habría ocurrido por una infección bacteriana repentina. Sin embargo, sus familiares desmintieron estas versiones y confirmaron que el joven sufrió una pancreatitis aguda, complicación que terminó arrebatándole la vida de forma temprana y devastadora para quienes lo rodeaban.
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Enterado de la noticia, Muñoz quedó profundamente afectado. El jugador del Crystal Palace tomó la decisión de abandonar la concentración del equipo nacional, con autorización expresa de Néstor Lorenzo y su cuerpo técnico, para viajar a Antioquia y darle el último adiós a su amigo de toda la vida. Un gesto íntimo y doloroso que habla de la lealtad y sensibilidad del futbolista, quien siempre ha manifestado el profundo vínculo que mantiene con su barrio y su gente.
Colombia enfrentará su próxima cita amistosa sin él, pero en el entorno de la Selección hay total comprensión ante el momento personal que atraviesa. Daniel Muñoz se tomó un tiempo para llorar, acompañar y despedir, recordando que, incluso en la élite del fútbol mundial, hay dolores que pesan más que la competencia.
El lateral regresará al combinado nacional cuando se sienta preparado y, sobre todo, cuando el duelo le permita retomar la concentración plena para los importantes retos que vienen rumbo al Mundial 2026.

