Atlético Nacinoal y su manera de competirFoto: Comutricolor

Por: @Julpala10

Se está creando una tendencia a ir a los extremos, a la hora de hablar del Atlético Nacional de Hernán Herrera, y sus formas de ganar. Una tendencia en la cual el análisis se está quedando en lo superficial, tanto los argumento que lo atacan como aquellos que lo defienden.  Nacional tiene un plantel repleto de talento e infinitas combinaciones que se lleva construyendo desde hace varios semestres. Con la llegada de Hernán Darío Herrera, el CT debía decidir qué jugadores era prioridad potenciar y cuáles debían adaptarse a papeles más secundarios, en pro de que brillaran otros. A excepción de Daniel Mantilla y Jhon Duque, el perfil general de la plantilla compartía el gusto por un fútbol menos vertical, que promoviera correr menos y elaborar más. Así, Herrera iba a simplificar el juego con balón, priorizando el encontrar acomodo a los buenos.

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Este equipo tiene vacíos tácticos, pero no es solo de ahora, eso pasa desde hace varios DTs. El equipo verde tiene muchos argumentos en ataque que no necesitan de un sofisticado trabajo colectivo para ser determinantes, por lo que estructurar la ofensiva y encajar las piezas le pudieron valer para competir y salir campeón en el apertura.

El verde llegó al título porqué fue más efectivos que sus rivales y minimizó los riesgos (el juego entre líneas para evitar pérdidas en asociación) y cargando el juego en banda como 1ª opción (la derecha prioritariamente), alternada con el juego directo. En los cuadrangulares, sacando el partido con Bucaramanga, peleó con esas armas.

Aplausos para un entrenador, que reconoció las limitaciones de su equipo, e intentó e ganó con sus armas, que son otras a las del pasado. Herrera vino a hacer historia. A ganar como nunca se ganó en Nacional. Y eso (guste o no) es de una personalidad bárbara. Su equipo ha ganado mucho, pero rara vez fueron más que el rival o apisonadora, lo que les arrastra a finales de partidos con sufrimientos.

Punto y aparte para Kevin Mier que modificó un destino que encaminaba al drama o que pudo estallar el semestre de este curso a la velocidad que se esperaba. Pero eso es otro tema. Herrera jugó una final y la gestionó a su manera. Durante este semestre, hubo picos de rendimiento, contextos favorables o suerte puntual que inflaron la ambición. Nacional pasó en 6 meses de ser un equipo saturado física y mentalmente, con 11 jugadores que lo jugaban prácticamente todo salvo lesión, inmersos en un calendario inhumano.

Más que jugar de una manera u otra, jugar bien o mal de una manera u otra (repliegue intensivo, arquero salvando y jugando a la ruleta rusa con la suerte), el verdolaga fue pragmático y le salió bien.

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Ahora, las preguntas serán: se podrá formar un proyecto a partir de lo visto durante este semestre (se vienen torneos internacionales donde se necesita más que lo mostrado), podrá el actual CT rellenar esos vacíos tácticos que tiene el equipo o el hincha de Atlético Nacional se acostumbrará, a ver a su equipo, ganar de formas diferentes a la tradicional. El tiempo nos indicará si la tendencia continuará.

Por Santiago Dávila - @Gandolfini1988

Comunicador Social - Universidad EAFIT Comunicador Estratégico para la web - Posgrado UdeM

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