Hernán Darío el ‘Arriero’ Herrera asumió el encargo de dirigir a Nacional, en medio de las dudas de la afición, y en menos de 4 meses salió campeón.
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Tras el fracaso de Alejandro Restrepo al mando de Atlético Nacional, los directivos encargaron a un viejo conocido y trabajador de las divisiones menores: Hernán Darío el ‘Arriero’ Herrera. La urgencia apuraba en su momento, pues tras la salida del joven técnico, el verde tenía a 3 días un juego decisivo por Copa Libertadores. Entonces, Emilio Gutiérrez y su equipo de trabajo tomaron mano de un empleado de la casa mientras realizaban una búsqueda exhaustiva para un nuevo entrenador.
Sin embargo, esa apuesta rápida funcionó. En medio de múltiples dudas por parte de la afición, el ‘Arriero’ trabajó en silencio y fue práctico. Herrera no tiene los estudios, la oratoria ni los tecnicismos de tantos entrenadores que pasaron por el banquillo del ‘verdolaga’ dejando fracasos; pero tiene algo más importante: sentido de pertenencia por el club y la experiencia del inmenso jugador que fue en su época.
Con esos dos pilares, el de 64 años armó una familia, escuchó a los jugadores, les brindó confianza y los blindó en un momento complicado. Así, poco a poco, el técnico fue construyendo a un equipo que cada vez se hacía más fuerte, que empezó a aprovechar sus fortalezas y minimizar sus debilidades, pero que ante todo fue combativo. A lo largo del semestre, Nacional estuvo abajo en muchas ocasiones pero nunca bajó los brazos.
Horas previas a la final de ida ante Tolima, Herrera definió su proceso: «¿Cómo se ganan las finales?», preguntó. «Las finales se ganan metiendo lo que hay que meter», respondió él mismo.
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Esa premisa contagió a todo su equipo de trabajo. Por eso, Nacional, sin ser un gran favorito, se volvió un rival difícil para todos y llegó a la meta. Hoy, este Atlético Nacional no es el del juego vistoso que dicta su historia, pero, también como lo manda su leyenda, es un equipo que pelea y nunca se da por muerto. Bajo ese estilo, auténtico y sin matices, el ‘Arriero’ Herrera se salió con la suya y hoy es el técnico campeón con Atlético Nacional.