El GP de Bahrein de Fórmula 1 nos espera a la vuelta de la esquina, cuatro equipos ya presentaron sus coches y muchos aficionados comienzan a augurar una continuación de la espectacular temporada anterior. Pero, no deberían confiarse.
Por: Esteban Hernández
Si algo me ha enseñado la Fórmula 1 en los más de 21 años que llevo siguiéndola es que tras el cambio de una generación a otra de autos siempre hay sorpresas, equipos que suben drásticamente, otros que caen y grandes que renacen.
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A 2008, cierre de una generación, Mclaren y Ferrari llegaron como los equipos a vencer y lucharon palmo a palmo por un campeonato que Lewis Hamilton se llevó en la última curva, de la última vuelta, de la última carrera de la temporada. Aquel GP de Brasil inolvidable.
Sin embargo, ese favoritismo se extinguió en cuestión de vueltas en el GP de Australia de 2009 con la llegada de un coche drásticamente diferente y otros dos equipos tomaron la lanza: un tal Brown GP en cabeza de Button (posterior campeón) y un tal Red Bull (ahí nació un grande). Desde entonces Mclaren no lucha por el título.
Para 2014 llegó la era híbrida a la F1 y, con ella, el fin del dominio marcado por cuatro títulos consecutivos de parte de Sebastián Vettel en Red Bull y el inicio del regreso a la historia de un gigante: Mercedes (desde entonces, ganaron 7 de 8 títulos de pilotos disputados y 8 de 8 de constructores). También, marcó una caída drástica de Mclaren, equipo que remó contra la corriente hasta casi 2019 y que asustó mucho a sus seguidores.
Ahora, llegamos al último cambio de generación: 2017. En este caso, el poder casi que se mantuvo intacto, más allá de una victoria escurridiza de Alpha Tauri, Alpine o Mclaren, casi todas las carreras fueron para Mercedes y una parte no menor para Ferrari y Red Bull. No obstante, si tuvo una caída estrepitosa: la de Williams. Uno de los mejores equipos de la historia de la F1 y que fue clave en los años 80s y 90s de la categoría, estuvo a punto de desaparecer, ya que casi siempre ocupó los últimos lugares de la parrilla.
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Ahora, te preguntarás ¿por qué pasan estas cosas cada que hay un cambio de generación? Generalmente, por la competencia. Mientras equipos como Mercedes o Red Bull lucharon sin cesar hasta Abu Dhabi 2021, otros se dedicaron a desarrollar el nuevo auto (es como en fútbol cuando un equipo tiene una mejor pretemporada que otro por temas de tiempo). También, porque algunos pueden interpretar mejor que otros los cambios en el reglamento y el coche o porque los presupuestos se limitan para los grandes, por lo que la competencia se tiene que estrechar de alguna forma.
¿Estoy diciendo entonces que Hamilton y Max no lucharán este año? ¡No precisamente! Puede que se siga viendo el dominio de ambos, de uno, de otro o de ninguno. Hoy la Fórmula 1 es y debería ser un mar de incertidumbres donde hay equipos como Alpine que vienen prometiendo mucho, Mclaren apostó mucho de su saldo a esta temporada y, quién puede decir que no, tal vez Williams regrese a un lugar en la parrilla que sea más coherente con la historia y las glorias que le preceden.
Reitero, hoy todo es incertidumbre, y más allá del show que Netflix monte con una nueva temporada de Drive to survive, lo único certero a la hora de la verdad, nos espera del 18 al 20 de marzo cuando inicie oficialmente la temporada 2022 de la Fórmula 1.