Cristiano Ronaldo ya no compite solo con sus rivales, sino con la historia misma. El astro portugués, a sus 40 años, ha construido una carrera que desafía cualquier parámetro conocido en el fútbol profesional y sus cifras lo confirman: domina los registros goleadores en clubes, selecciones, torneos continentales y eliminatorias mundialistas. Cada partido parece ser una oportunidad más para extender un legado que difícilmente será igualado.
Su marca más reciente lo confirma como máximo artillero en eliminatorias mundialistas, con 41 goles, superando registros que parecían intocables. Pero esa es apenas una pieza dentro de una constelación estadística sin precedentes. Cristiano es el máximo goleador en la historia del fútbol profesional con 948 anotaciones, además de ser el artillero histórico del Real Madrid, donde marcó 451 goles en nueve temporadas.
Con su selección, Portugal, también es el referente absoluto: suma 143 goles, más que cualquier otro jugador en la historia con un combinado nacional, y es quien más partidos ha disputado con su país (222) y más victorias acumula. A nivel UEFA, posee récords que evidencian su reinado: 140 goles en Champions League, siendo también el jugador con más partidos disputados (183) y el máximo goleador de la Eurocopa (14), donde además es el mayor asistidor histórico (8).
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Sus registros competitivos parecen inagotables: 67 goles en fases de eliminación directa de Champions, 17 tantos en una sola edición del torneo, y el honor de ser el único jugador que ha marcado en 11 partidos consecutivos de la UCL. Además, ha logrado algo que nadie más: anotar en cinco Mundiales y en cinco Eurocopas.
A nivel de clubes, también domina: es el futbolista con más goles en ligas de primera división (553) y el primero en alcanzar al menos 100 tantos con cuatro equipos distintos.
El cierre de su carrera aún no tiene fecha, pero su huella ya es indeleble. Cristiano Ronaldo no solo acumula récords; los rompe, los redefine y los convierte en su firma. Cada cifra que lleva su nombre es una sentencia: estamos ante el futbolista más determinante y estadísticamente dominante que ha visto el deporte.

