Con su victoria ante Patronato, Atlético Nacional acabó con una maldición que venía arrastrando desde hace algunos años en la Copa Libertadores.
Sin sobrarle nada, Nacional se impuso dos por uno a Patronato en el arranque de la fase de grupos de la Copa Conmebol Libertadores. Dorlan Pabón fue quien salvó al equipo de un vergonzoso debut ante el único equipo de segunda división que está en el torneo. El verde no mostró ninguna idea clara de juego y por casi 70 minutos estuvo maniatado por los argentinos que se fueron en ventaja muy temprano.
Ya en el último tramo del partido, los dirigidos por Autuori aprovecharon las pocas oportunidades que crearon y gracias a un penalti lograron empatar. Minutos más tarde, Dorlan cazó un rebote dentro del área y le dio la victoria al verdolaga. Pese a los tres puntos, este resultado deja muchas más dudas que certezas pues el estratega brasileño ya va cumplir cinco meses al mando y sus dirigidos aún no muestran señales de algún concepto claro para afrontar los partidos.
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Sin embargo, victoria es victoria y por ahora el Rey de Copas colombiano se ubica en la parte alta de su grupo a la espera de que Olimpia y Melgar disputen su partido el próximo jueves. Además, el haber ganado por fuera de casa ayudó para romper una maldición que traía la institución antioqueña.
Y es que desde que fue campeón en el año 2016, el verde no ha tenido buenas presentaciones en la Libertadores y mucho menos siendo visitante. 15 son los partidos que ha disputado fuera del Atanasio Girardot, de estos solo ganó tres, empató uno y perdió los once restantes. Incluso la última vez que ganó como visitante en una fase de grupos fue en el 2018 cuando derrotó dos por uno a Colo-Colo.
Casi cinco años tuvieron que pasar para que Nacional cortara con esta maldición.