Atlético Nacional no solo sumó tres puntos valiosos en la victoria 2-1 ante Deportivo Cali en el Atanasio Girardot, sino que también rompió una de las rachas más llamativas de su historia reciente: casi un año sin ganar un partido después de empezar perdiendo. El triunfo, más allá de lo estadístico, deja una señal de carácter que muchos reclamaban en el equipo.
Según el estadígrafo Óscar Yamit Quiroz, la última vez que el conjunto verdolaga le había dado vuelta a un marcador y terminó ganando fue el 12 de diciembre de 2024. Aquella noche, por la ida de la final de la Copa Colombia, Nacional comenzó abajo ante América de Cali, pero reaccionó y se impuso 3-1, encarrilando el título. Desde entonces, cada vez que recibía el primer golpe, no encontraba respuesta.
En cuanto a Liga, el antecedente más reciente data del 21 de julio de 2024, también frente a América, cuando el cuadro paisa ganó 2-1 luego de iniciar en desventaja. Tras ese episodio, la remontada se había convertido en una deuda deportiva y emocional con la afición.
Después de 10 partidos, exactamente desde el 29 de septiembre de 2019, Atlético Nacional volvió a ganarle en casa a un equipo dirigido por Alberto Gamero.
Ese día, el Verde venció 1-0 a Deportes Tolima.
— Óscar Yamit Quiroz R (@oscaryamit) October 15, 2025
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La sequía terminó este domingo ante Deportivo Cali. Los azucareros se adelantaron al minuto 10 con el gol de Andrey Estupiñán, silenciando parcialmente el estadio. Sin embargo, Mateus Uribe al 26 y Andrés Sarmiento en el arranque del segundo tiempo firmaron la remontada que le devolvió al equipo un rasgo que parecía extraviado: la capacidad de reacción.
Más allá de los nombres, este triunfo simboliza un cambio de actitud. Atlético Nacional no solo ganó un partido que se le había complicado temprano, sino que mostró temple para revertir un marcador, algo que le había sido esquivo durante casi 12 meses.
Una victoria que vale más que tres puntos
El resultado llega en un momento clave del campeonato y alimenta el ánimo del grupo dirigido por Diego Arias. Recuperar la memoria competitiva y el espíritu para sobreponerse a la adversidad puede marcar la diferencia en el tramo final del semestre. La remontada no solo rompe una estadística, también devuelve confianza a un plantel que necesitaba demostrar que puede reaccionar ante la adversidad.