El exjugador del Bayern de Múnich, Franck Ribery, colgó los guayos tras sus reiterados dolores en su rodilla.
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Por medio de sus redes sociales, la leyenda francesa se despidió de todos los fanáticos del balompié mundial. El mal estado de la rodilla no le permitió al deportista de 39 años de edad continuar con su mítica carrera deportiva. «El dolor de mi rodilla no ha hecho más que empeorar y los médicos son claros: no tengo elección, hace falta que deje de jugar. Debo por ello poner fin a mi carrera como jugador profesional», puntualizó.
De otra parte, el casi ganador de un Balón de Oro, manifestó: «Es el fin de un capítulo, el de jugador, pero no el fin de mi historia profesional, podéis estar seguros. Por ello, os digo hasta pronto para el inicio de un nuevo y bonito capítulo».
En su segunda temporada con el Salernitana, el galo no puedo brillar por un sinfín de lesiones. En su recorrido durante los terrenos de juego, Ribery vistió las siguientes casacas: Boulogne, Olympique d´Ales, Stade Brestois, Metz, Galatasaray, Olympique de Marsella, Bayern de Múnich, Fiorentina y Salernatina.
Quien en su momento fue conocido por su cicatriz en su cabeza, y que ganó todo con el cuadro alemán, marcó una generación luego de manifestar lo que sentía cuando se burlaban de su físico: «La gente decía: ‘Mira lo que tiene en la cara, mira su cabeza, qué es esa cicatriz, es feo…’. A donde iba, la gente siempre me miraba y no porque fuese buena persona, no porque me llamara Franck, no porque era bueno jugando al fútbol, sino por la cicatriz»