El verde recibió un fuerte revés disciplinario tras la visita a Boyacá Chicó, luego de que la Dimayor determinara que el club incurrió en faltas al Código Disciplinario por el uso de pirotecnia en la tribuna visitante. La decisión no solo incluye una fuerte multa económica, sino que impactaría directamente la logística del próximo clásico ante Independiente Medellín en el Atanasio Girardot.
El Comité Disciplinario del Campeonato sancionó al club verde con una fecha de suspensión parcial de la tribuna norte del Atanasio, además de una multa equivalente a ocho salarios mínimos mensuales legales vigentes, es decir, $11.388.000 pesos colombianos. La medida se tomó tras considerar que Nacional incurrió en las conductas sancionables señaladas en los numerales 2, 4, 5 y 6 del artículo 84 del Código Disciplinario Único de la Federación Colombiana de Fútbol.
El argumento central del Comité es claro: los clubes son responsables por el comportamiento de sus aficionados, incluso cuando actúan como visitantes. En este caso, la pirotecnia encendida en la tribuna donde se ubicó la hinchada verdolaga provocó un retraso de dos minutos en el inicio del segundo tiempo del partido disputado en el estadio La Independencia de Tunja.
Atlético Nacional presentó sus descargos indicando que no tenía control sobre la logística ni sobre los filtros de ingreso, lo cual hacía imposible impedir que los hinchas llevaran pólvora o bengalas al escenario. Sin embargo, la Dimayor rechazó ese argumento, reiterando que la normativa vigente no exime a los clubes de su responsabilidad sobre los seguidores que se identifiquen con sus colores.
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La sanción tiene un efecto inmediato y delicado: la tribuna norte del Atanasio no podrá ser utilizada en el próximo partido como local, que coincide con el clásico antioqueño frente al Independiente Medellín. Dicha grada suele destinarse precisamente a la afición visitante, por lo que el club deberá reorganizar la distribución del público y garantizar que no haya riesgo de enfrentamientos o sobreocupación en otras zonas.
El cierre parcial del escenario se suma a la presión que ya enfrenta Nacional por el comportamiento de sus barras en diferentes plazas del país. La decisión de la Dimayor también reabre el debate sobre la corresponsabilidad de los clubes, la logística de los estadios y los criterios para sancionar hechos ocurridos fuera de la sede habitual del equipo.
Por ahora, el verde deberá ajustarse a la resolución y planear el clásico sin la presencia de hinchas rivales en la tribuna habitual, mientras la dirigencia analiza si presenta recurso ante la segunda instancia del organismo disciplinario.

