Deportes Tolima recibió en el Manuel Murillo Toro, por la fecha 20 del todos contra todos de la Liga Betplay, a un moribundo Once Caldas que esperaba un milagro para clasificar.
El equipo de Ibagué se clasificó desde la fecha 17 cuando superó la barrera de los 33 puntos, sin embargo, debía ganar por tres goles frente al “Blanco Blanco” si quería recuperar el liderato que le había sido arrebatado por Independiente Santa Fe en la jornada anterior y, además, llegar a la suma de 40 puntos, rompiendo así el récord histórico para el cuadro “Musical” impuesto por Alberto Gamero, quien alcanzó 39 puntos en el semestre “B” del año 2018. Por un momento, pareció que así iba a suceder.
Los dirigidos por Hernán Torres, en los primeros minutos del partido, mostraron intenciones serias de recuperar la parte alta de la tabla. Al minuto 12, Nilson Castrillón, lateral derecho del “Vinotinto y Oro”, se hizo con el balón tras un centro pasado desde la izquierda, enganchó hacia adentro con la diestra y demostró que tiene buena pegada también con la pierna izquierda, clavando un balazo en el ángulo superior derecho de Sergio Román.
Tolima no bajó los brazos y ocho minutos más tarde, tras una falta aparentemente sin peligro de gol, a unos treinta metros del arco, Sergio Mosquera sacó de su pierna derecha algo que pareció más el disparo de un misil antitanque, que un tiro libre y clavó por segunda ocasión el balón en las redes del equipo manizaleño. A los 20 minutos de partido, Tolima ganaba 2-0 y le faltaba solo un gol para alcanzar nuevamente el liderato.
De forma casi inexplicable, “Los Pijaos” le cedieron el balón al Once Caldas, que empezó a acercarse de a poco al arco defendido por William Cuesta. Al minuto 33 apareció la primera amonestación para John Narváez, defensa central ecuatoriano al servicio del cuadro ibaguereño. Dayro Moreno cobró un tiro libre cruzado que generó confusión en la defensa del Tolima. Confusión en medio de la cual Carlos Robles derribó a Pablo Rojas dentro del área. Dayro Moreno, quien nunca falla ni en los penales, ni contra el Deportes Tolima, descontó. Dos minutos después, John Narváez vio el segundo cartón amarillo y dejó a su equipo con 10 hombres.
Hernán Torres, envió al terreno de juego a Jean Carlo Pestaña y retiró a Omar Albornoz. De esta forma, su 4-2-3-1, se convirtió en un 4-2-3. En el mismo medio campo y sin un delantero neto, solo “falsos nueves” se turnaban Luis Miranda, Juan Pablo Nieto y Jáminton Campaz para hacer de delanteros. Pero Tolima perdió el balón y comenzó a verse en serios problemas.
Al iniciar el segundo tiempo, Jonathan Marulanda ingresó en reemplazo de Castrillón. Sobre el minuto 59, Danovis Banguero se retiró resentido y en su lugar entró Leyvin Balanta.
La expulsión se notaba cada vez más, Tolima dejó de presionar en el medio campo y comenzó a darle espacio a los jugadores del Once Caldas para pensar y resolver con mucha tranquilidad. Producto de esto, al minuto 66, Tomás Clavijo, clavó el balón también en el arco sur del Manuel Murillo Toro, que ahora defendía William Cuesta, poniendo el empate “a dos” en el marcador.
Para los últimos veinte minutos de partido, Hernán Torres retiró a Luis Miranda y Juan Pablo Nieto. En su lugar, los juveniles, Junior Hernández y Kevin Pérez. Entraron con energía y frescura, pero sin pausa y sin creatividad para intentar encontrar una solución que dejara los tres puntos en la “Ciudad Musical”.
Al minuto 92, después de ganarle la espalda a los defensas centrales del Deportes Tolima, Pablo Rojas definió sin mucha angustia mano a mano frente a Cuesta y puso el 2-3 final en el marcador. Los tres puntos viajaron a Manizales, ya no sirvieron de mucho en términos de título, pero dejan buenas impresiones al profesor Hubert Bodhert, quien finaliza su recuperación ya en casa, de cara a la “liguilla” de los eliminados que entregará la posibilidad de jugar por un cupo a Copa Sudamericana.
Hasta la fecha 15, Tolima era líder, invicto y soñaba con romper marcas históricas. Terminó el todos contra todos en el segundo lugar, perdió tres veces en los últimos 5 partidos y su juego es cada vez más pobre, esto preocupa a la hinchada ibaguereña que cada vez es menos paciente y que, aunque sueña con el título, es consciente de que su equipo no parece tener una idea clara para obtenerlo.
Por: @juancapera27