Atlético Nacional enfrenta esta noche a Millonarios con un peso histórico sobre los hombros: no le gana al cuadro embajador en Medellín desde hace ocho años. Este fue el último triunfo del verdolaga.
El registro, difícil de asimilar para una de las hinchadas más exigentes del país, se remonta al 16 de septiembre de 2017, cuando el equipo dirigido por Juan Manuel Lillo se impuso 3-2 en un duelo vibrante que dejó al azul al borde de la eliminación de aquel torneo. Desde entonces, el Atanasio Girardot no ha vuelto a celebrar un triunfo verdolaga frente a su rival capitalino.
Los números desde aquella última victoria reflejan una paternidad incómoda: en 12 enfrentamientos disputados en Medellín entre Liga BetPlay, Copa Colombia y Superliga, Nacional acumula seis empates y seis derrotas ante Millonarios. Un balance que contrasta con la historia del club antioqueño como anfitrión y que ha alimentado la narrativa de un clásico que cambió de dueño en su propio terreno.
Los aficionados recuerdan con nostalgia aquel partido de 2017. Con goles, intensidad y un final apretado, el triunfo 3-2 parecía mantener intacta la fortaleza del Atanasio frente a los azules. Sin embargo, desde entonces, Millonarios ha sabido incomodar, resistir e incluso golpear con fuerza en una plaza que antes le era adversa. Cada nuevo duelo ha reforzado la sensación de una deuda pendiente que crece año tras año.
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Hoy, el contexto añade presión. Nacional necesita el resultado no solo para mantenerse en la pelea por los cuadrangulares, sino también para limpiar una estadística que hiere el orgullo institucional. Del otro lado, Millonarios llega con la confianza de saber que ha convertido Medellín en un escenario favorable.
El reto para los dirigidos de turno es más que sumar tres puntos: es recuperar territorio, reconciliarse con su hinchada y poner fin a una racha que ya hace historia, pero por las razones equivocadas. Esta noche, el Atanasio será juez y testigo.