Los jugadores veteranos siempre han sido clave para la obtención de títulos en el FPC, pero últimamente se han vuelto el salvavidas de los elencos nacionales ante la falta de solidez con los procesos juveniles.
Por: Mateo Quintero Ríos.
Los que alguna vez brillaron como una nueva generación que garantizaba un buen espectáculo, hoy siguen con la responsabilidad de echarse al hombro sus equipos y sacarlos adelante. En los últimos años, han surgido futbolistas talentosos de las canteras con buen futuro en sus carreras, pero su falta de experiencia no ha permitido que los clubes puedan mantenerse en las fases finales de las competencias. Además, no hay procesos con ellos porque sus equipos terminan vendiéndolos a prematuramente.
Otro factor ha sido las malas decisiones en las contrataciones que no dan los resultados esperados y acaban generando cargas salariales importantes para las instituciones. Por otro lado, la falta de recursos también incide en las incorporaciones y el rendimiento en los torneos.
Repatriar las figuras que en el inicio de su carrera les dieron fruto a los elencos del FPC ha sido una solución común en los últimos años para planteles tradicionales como Junior, Nacional, América, Millonarios y Medellín.
El Verde de la Montaña fue un claro ejemplo al salir campeón el semestre pasado de la mano de Dorlan Pabón, Gio Moreno y Jefferson Duque, referentes que aportaron su experiencia para acabar con la sequía de los antioqueños.
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Dayro Moreno, Luis Carlos Ruiz , Adrián Ramos y Teófilo Gutiérrez también se destacan por seguir mostrando su calidad en el campo a pesar de la edad.
Sin embargo, este es un recurso que no va a durar mucho tiempo cuando estos jugadores se retiren y el FPC tendrá que esforzarse en darle paso a una nueva generación.