El conjunto boyacense quería sacar ventaja de una dificultad que impidió la llegada del rojo al estadio.
Una nueva polémica sacude el fútbol colombiano. Boyacá Chicó, que anoche aceptó el aplazamiento del partido de Copa BetPlay contra Independiente Medellín debido al paro campesino que impidió la llegada del conjunto paisa a Tunja, y horas después salieron a solicitar los puntos por escritorio. Esta inesperada jugada ha generado una fuerte reacción entre los seguidores del fútbol nacional, quienes califican el movimiento como una «trampa» en medio de la crisis.
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Este movimiento ha causado indignación en los aficionados del DIM y en buena parte del fútbol colombiano, pues consideran que el equipo boyacense se aprovechó de las circunstancias para intentar beneficiarse en el escritorio y no en el campo, lo que resta fair play a la competencia. Por su parte, desde la dirigencia de Medellín esperan que la Dimayor actúe con justicia y mantenga el partido aplazado.
El desarrollo de este caso aún está en manos de las autoridades del fútbol colombiano, mientras los hinchas del Medellín claman por una resolución deportiva y no administrativa.