Si hay algo que mueve al hincha de Nacional es que le hagan sentir que es bienvenido y que lo escuchan. Nada de co-gobernar, de amenazar o levantar rivalidades banales: los verdolagas solo quieren de forma genuina a su equipo y esperan sentirse queridos devuelta. Como había sido siempre y como parece que volverá a ser después de hoy.
Por: Valentina Hoyos
Si usted es uno de esos seguidores que ayer vio el partido en el estadio o por televisión, pudo corroborar que en efecto “cesó la horrible noche” como titularon muchas páginas de hinchas. En el Atanasio, ayer reverdeció el amor que nunca debió apagarse entre hinchada y equipo.
Como hincha, siento que este nuevo amanecer promete, especialmente por esa sensación inconfundible de que cambian los aires, mutaron las intenciones y, sobre todo, volvieron los amores. Me gusta este “timonazo” que dio el club desde lo administrativo. Creo que era lo que estábamos pidiendo todos los “verdolagas”. Y por fin se nos hizo el milagrito.
Desde lo financiero, no sabría decir si este es el camino que nos sacará de la consabida “deuda”, la ficha del dominó que desencadenó en dos años de consecutivas malas decisiones que acabaron hace poco, después de muchas protestas, desencuentros y desamores. Hablemos de efectos mariposa. Hablemos de horribles noches que parecían no tener alba.
Desde lo que salta a la vista: la asistencia de ayer al estadio, la venta de abonos (que por fin vuelve a números que ilusionan), el movimiento de la caja registradora en las tiendas verdes, el mercado de fichajes.. parece que algo se está haciendo bien. Muy bien. Y la hinchada correspondió a esos actos de reconciliación como se esperaba que lo hiciera.
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Y digo como se esperaba que lo hiciera porque desde este lado, estaba claro que el descontento nunca fue con lo que representan estos colores y este escudo. Al contrario, era una protesta por la afrenta que se hacía al gran nombre y poderío que tiene esta camiseta desde lo administrativo, tan frío y carente de la pasión y el amor que caracteriza a Atlético Nacional.
Cambiaron los aires (mínimamente) y la respuesta fue inmediata:18.300 abonos vendidos, buenas contrataciones, grandes decisiones comerciales… parece que la fiesta vuelve a ser verdolaga, y nacional de sus hinchas.
A todos los que de alguna otra forma alzaron su voz para que hoy el estadio volviera a ser una fiesta: gracias. Y a los dueños del equipo, gracias también, porque siempre estuvimos a una decisión de cambiarlo todo, y esa decisión por fin se dio.
Ayer tuvieron 43.000 razones para confirmarlo: este era y siempre será el camino. La comunión, el “vamos todos juntos”
Lo dijimos siempre y el tiempo nos dio la razón: volveremos, volveremos…