El futbolista del Flamengo es el centro de una investigación por parte del Ministerio Público de Brasil, que lo acusa de manipular su expulsión en el partido contra Santos el 1 de noviembre. Los investigadores sospechan de una red de apuestas creada por familiares del jugador.
Bruno Henrique, una de las figuras destacadas del Flamengo, se enfrenta a graves acusaciones en su país. Según el Ministerio Público de Brasil, el delantero habría manipulado su propia expulsión en el duelo ante Santos, disputado el pasado 1 de noviembre, para beneficiarse de una red de apuestas. En el minuto final del encuentro, cuando Flamengo perdía, Bruno Henrique fue expulsado tras insultar al árbitro en lo que ahora las autoridades consideran una acción premeditada.
La investigación, que ya ha captado la atención de la opinión pública, apunta a que la expulsión formaría parte de un esquema de apuestas deportivas en el que estarían involucrados el hermano, la cuñada y un primo del futbolista. Se presume que estos familiares crearon varias cuentas virtuales para realizar apuestas de alto riesgo a favor de la expulsión de Bruno Henrique durante el partido, con la intención de obtener beneficios económicos.
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El caso se destapó gracias al análisis de movimientos sospechosos en plataformas de apuestas, que alertaron sobre una cantidad inusual de apuestas específicas relacionadas con el comportamiento del jugador en el partido contra Santos. Esto despertó las alarmas de las autoridades brasileñas, quienes lanzaron una operación para investigar a fondo las circunstancias de la expulsión ya los involucrados.
ESCÁNDALO EN BRASIL 🇧🇷 🚨🫵🏻 || Bruno Henrique es blanco de un operativo de la Policía Federal y del Ministerio Público que investiga APUESTAS en un partido del Brasileirão
El jugador de Flamengo es sospechoso en el partido ante Santos, el 1/11/2023
— Ecuagol (@ECUAGOL) November 5, 2024
La situación ha puesto a Bruno Henrique en una posición delicada tanto en su carrera como en su vida personal. Flamengo ha decidido esperar los resultados oficiales de la investigación antes de emitir un comunicado o tomar alguna medida disciplinaria. Sin embargo, desde el entorno del jugador se ha negado cualquier implicación en actividades ilícitas, argumentando que se trata de una reacción en un momento de alta tensión durante el partido.
El Ministerio Público sigue recopilando pruebas, incluidas conversaciones telefónicas y registros de transacciones de apuestas. Si se confirma la implicación del jugador y de sus familiares en este esquema, Bruno Henrique podría enfrentarse no solo a sanciones deportivas, sino también a cargos legales, lo que pondría en riesgo su futuro en el fútbol profesional.
Este caso ha generado un gran revuelo en Brasil y subraya el creciente problema de la influencia de las apuestas en el fútbol, un fenómeno que amenaza con manchar la transparencia y la ética del deporte en el país sudamericano.